Polonia (1924- 1998). Estudió Economía, Derecho y Filosofía. Vivió en Francia, Alemania y Estados Unidos. Fue censurado por el comunismo quien lo acusó de tener una enfermedad mental, él fue uno de los principales poetas polacos que se opusieron al comunismo. Vivió en Francia desde 1986 en 1992 volvió a Polonia. Libros de poesía: La cuerda de luz, 1956. Hermes, el perro y la estrella, 1957. Inscripción, 1969. Señor Cogito, 1974. Elementos, 1975. 18 Wierszy, 1983. Los antiguos maestros, 1984. El estudio del objeto. Un bárbaro en el jardín. Es uno de los mas grandes poetas polacos, muy estimado y traducido a muchos idiomas. Mereció los premios: Premio Kościelski de 1963 (Ginebra), el Premio Jurzykowski, 1965, el Premio Estatal de Literatura Europea de Austria, 1965, Premio Herder, 1973 (Austria), Petrarca-Preis, 1979 (Alemania) y el Premio de Jerusalén en 1991, (Israel). Existe en Polonia el Premio Literario Internacional Zbigniew Herbert, en su honor.
REGRESO DEL PROCÓNSUL He decidido regresar a la corte del emperador probaré una vez más si se puede vivir en ella podría quedarme aquí en esta provincia alejada y bajo el gobierno blando de los parientes enfermizos al regresar no tengo la intención de merecer voy a aplaudir en una proporción mesurada a sonreír por migajas a fruncir el ceño discretamente no me darán por eso la cadena dorada me basta con la de hierro He decidido regresar mañana o pasado mañana no puedo vivir entre las viñas aquí nada es mío los árboles sin raíces las casas sin fundamento la lluvia de vidrio las flores huelen a cera la nube seca clama al cielo vacío así que voy a regresar mañana o pasado de todos modos voy a regresar tendré que hacer un convenio con mi cara con mi labio inferior para que sepa contener el desprecio con mis ojos para que estén vacíos como es lo ideal y con mi barbilla la liebre de mi cara que tiembla al entrar el jefe de la guardia sólo estoy seguro de que no beberé vino con él y cuando acerque su copa yo bajaré los ojos simularé que escarbo entre mis dientes los restos de la comida por lo demás al emperador le gusta el valor cívico hasta un límite un razonable límite en realidad él es un hombre igual a cualquier otro además muy cansado por estas astucias con el veneno no puede beber a su antojo la incesante partida de ajedrez la copa de la izquierda para Druso en la de la derecha mojar los labios después beber sólo el agua no quitar los ojos de Tácito salir al jardín y regresar cuando ya vayan a llevarse el cuerpo He decidido regresar a la corte del emperador espero de verdad que de algún modo saldrá bien (Editorial Literatura de Cracovia) ****** Lluvia Cuando mi hermano mayor regresó de la guerra tenía sobre la frente una pequeña estrella de plata y bajo la estrella un abismo una esquirla de metralla lo hirió en Verdun o tal vez en Grüunwald (él había olvidado los detalles) solía hablar mucho en numerosas lenguas pero le costaba más que todo la lengua de la historia hasta perder el aliento les ordenaba a sus compañeros muertos que corrieran Roland Kowalski Hannibal gritaba que esta era la última cruzada que Cartago caería pronto y luego confesaba sollozando que a él no le gustaba Napoleón lo veíamos ponerse cada vez más pálido abandonado por sus sentidos se convirtió lentamente en un monumento en el pabellón musical de sus oídos penetró un bosque de piedra y la piel de su cara fue abrochada con los ciegos y secos botones de los ojos sólo le quedó el tacto cuántas historias contaba con sus manos en la derecha tenía romances en la izquierda memoria de soldados a mi hermano se lo llevaron fuera de la ciudad él vuelve cada otoño flaco y muy tranquilo no quiere entrar en la casa golpea la ventana para que yo salga paseamos por las calles y él me cuenta historias inverosímiles tocando mi cara con ciegos dedos húmedos de lluvia Traducción Rafael Cadenas