Stephen Spender

 Londres, (1909-1995).   Poeta, Crítico Literario, Prosista y Periodista. Estudió en Oxford. En 1928 publica sus primeros poemas. Algunos libros de poesía: 20 Poemas, 1930. Poemas, 1934. Viena, 1934. Hacia la noche 1935. Poemas Escogidos, 1940. Visión y ruinas,1942. Inscripciones, 1958. Poemas recientes,1978. Fue un Poeta que siempre tomó partido por la Paz.

EL DIOS DE LA GUERRA


¿Porqué no puede la buena

Benevolente, posible

Paloma finalmente descender?


¿Y ser el trigo compartido?

¿Y los soldados enviados a casa?

¿Y derribar las barreras?

¿Y perdonar a los enemigos?

¿Y dejar atrás las ofensas?


Porque el conquistador

Es victima de su propio poder

Y su voluntad está forjada

En el miedo de otros miedos:

Recordando el ayer

Cuando los que ahora vence

Destruyeron a su padre-heroe

Y arrullaron su cuna

Con angustiosas fábulas.


Hoy su sol de victoria

Esconde la ansiedad de la noche

Para que los niños de la matanza

Pongan a prueba los dientes de dragón sembrados

En el ocaso del sol

Para levantarse mañana

En un cielo y un mar ensangrentados

Y vengar a sus padres de nuevo.


Aquellos que se rinden

En el desamparado campo

Pueden soñar con razones piadosas

De perdón, pero ellos saben lo que hicieron

En el alto sol de su estación.


Porque el mundo es el mundo

Y no la gran matanza

Que no absuelve al asesino

Ni escribe historias

Con finales de amor.


Porque  bajo las olas

Y la fricción de las cadenas de la desesperación

La necesidad de amor no cesa




The War God

Why cannot the one good
Benevolent feasible
Final dove, descend?

And the wheat be divide?
And the soldiers sent home?
And the barriers torn down?
And the enemies forgiven?
And there be no retribution?

Because the conqueror
Is victim of his own power
That hammers his heart
From fear of former fear--
When those he now vanquishes
Destroyed his hero-father
And surrounded his cradle
With fabled anguishes.

Today his day of victory
Weeps scalding lead anxiety
Lest children of these slain
Prove dragon teeth (sown
Now their sun goes down)
To rise up one morning
Stain the sky with blood
And avenge their fathers again.

The defeated, filled with lead,
On the helpless field,
May dream the pious reasons
Of mercy, but alas
They know what they did
In their own high seasons.

The world is the world
And not the slain
Nor the slayer, forgive.
There's no heaven above
To make passionate histories
End with endless love.
Yet under wild seas
Of chafing despairs
Love's need does not cease.