Robin Davidson

Robin Davidson, segunda poeta laureado de Houston (2015-2017), Robin Davidson es autora de dos capítulos de poesía, Kneeling in the Dojo y City that Ripens on the Tree of the World, y la colección completa, Luminous Other, que recibió el Ashland Poetry Press 2012. Premio de publicación en memoria de Richard Snyder. Ganadora de los premios Fulbright y NEA. Es co-traductora con Ewa Elzbieta Nowakowska de dos volúmenes de los poemas de Ewa Lipska del polaco, el nuevo siglo y la querida Sra. Schubert (Princeton University Press, 2021). Fue admitida en el Instituto de Letras de Texas en 2019 y enseña Literatura y Escritura creativa como profesora emérita de inglés para la Universidad de Houston-Downtown.

EN LA BALANZA DE LAS COSAS FINALES

La Sra. Schmetterling ha estado leyendo El Libro Egipcio
de los Muertos y ahora cuando se acuesta a dormir
ve con el ojo de su mentela balanza de las cosas finales.
Ella se imagina ante un tribunal de dioses
en máscaras humanas. Ella cuenta cada rostro como ovejas.
el viejo Marx, el viejo Miłosz, uno, dos. El joven Baczyński, tres.
Joseph Stalin con bigote blanco, el bebé Adolf con bata blanca,
la Virgen Negra de Częstochowa, cuatro, cinco, seis.
Ve a Europa del este y del oeste,
bajo un cielo de fuegos artificiales y cenizas.
Ella sigue contando, mira las escalas altas
suspendidas sobre su cabeza, una cacerola colgando
bajo el peso de una sola piedra.
La Sra. Schmetterling considera su vida, espera el momento
debe poner su propio corazón en la balanza.
Se pregunta qué castigo le espera a un corazón demasiado ligero.
Ella lamenta la risa, la calidez de su edredón de plumas,
su propio destino afortunado, aleatorio, inmerecido.


Traducción: Nidia Hernández.

 
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IN THE BALANCE OF FINAL THINGS


Mrs. Schmetterling has been reading The Egyptian Book
of the Dead and now when she lies down to sleep
she sees in her mind’s eye the balance of final things.
She imagines herself before a tribunal of gods
in human masks. She counts each face like sheep—
old Marx, old Miłosz, one, two. The young Baczyński, three.
Joseph Stalin in a white moustache, baby Adolf in a white smock,
the Black Madonna of Częstochowa, four, five, six.
She sees Europe, east and west, under a sky of fireworks and ash.
She keeps counting, watches the high scales
suspended above her head, one pan drooping
beneath the weight of a single stone.
Mrs. Schmetterling considers her life, waits for the moment
she must place her own heart in the balance.
She wonders what punishment awaits a heart too light.
She regrets laughter, the warmth of her down comforter,
her own fate lucky, random, unearned.