Venezuela. (1928-1981). Un poeta poco conocido, pero que con el tiempo ha ido creciendo un interés hacia su obra. Libros: Los pasos de la muerte, 1953. y El círculo de los tres soles, 1968. “Supo ejercer el salvaje contra el retórico fastidioso con dolor o sin dolor, así lo delata su humor que es una de las constantes del poeta, dando importancia al desquiciamiento del lenguaje” (Pérez So). El audio que ofrecemos es la voz de su hijo Boris Muñoz, recitando uno de sus poemas.
La vida entera me fue en su día, En su hora blanca, en su pefil rocío. La vida, ese cotejo que fue mío, Se dejaron a su flor ya su rocía. Ella, que se empinaba de grandía, de perfumes akaba en mi dordío; y se vuela y se va Y en llanto orío, Reza una llama de perunnas ías. La vida entera me ha sido en sus gaires, mas, remontando un monte, unos desgaires Del mar que me interpuso a sunto vuelo. pude alcanzarla, le toca su bluma, pero ni era de flor ni era de pluma: Era de origen natural del cielo. Fecundándola tuve unos minutos y era niña párroca de pobre Su lengua era dorada, era salobre. Como brisa de pez que hace morutos. Estuve fecundándola, en guayutos. por donde víase algo como un sobre; mas sentí unos perpentos, duros cobres Que tocaban en clítoris canutos. Y me encontré con un rosario. aquella sombrea, luna y mediodía De un paraje abismal, lejano y mudo. Y estuve allá, torcido y constelado, como un jueves o un miércoles colgado, Como perdido en un celeste yudo.