Nuno Júdice

Nuno Júdice nació en Mexilhoeira Grande, Algarve, el 29 de abril de 1949, murió en Lisboa el 17 de marzo de 2024. Obtuvo su licenciatura en la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa y se doctoró en 1989 por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nova de Lisboa, con una tesis sobre literatura medieval titulada El espacio del cuento en el texto medieval. Se incorporó en 1976 al cuadro docente de esta institución universitaria, y se jubiló en 2015. Su primero libro, La noción de poema, fue publicado en 1972. En los cuarenta años de actividad siguientes, su poesía completa ha sido colegida en dos ocasiones: en 1991 bajo el título Obra poética (1972-1985); y en 2001, en esta oportunidad teniendo por título Poesía reunida. 1997-2000. Su obra, que suma mas de treinta títulos de poesía, ha sido traducida a diferentes lenguas –al francés, español, italiano, inglés, alemán y neerlandés, entre otras. Además de poeta, Nuno Júdice fue también novelista y dramaturgo. Desarrolló una labor continuada como traductor. Publicó diferentes trabajos sobre teoría de la literatura y literatura. Fue director de la revista literaria Colóquio/Letras, de la ‘Fundación Calouste Gulbenkian’. Su obra poética fue ampliamente premiada. En 2013, por el conjunto de su obra, recibe el XXII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2014 el Premio Poetas del Mundo Latino Victor Sandoval. En 2021, Nuno Júdice fue distinguido, por unanimidad, con el Gran Prémio de Poesia Maria Amália Vaz de Carvalho, otorgado por La  Asociación Portuguesa de Escritores, por su libro:  Regresso a um cenário campestre, editado en 2020 por Dom Quixote.  La obra, dice el jurado:  “refleja un momento personal y universal, un momento de pausa pero no de parálisis” el jurado destaca la presencia de la Naturaleza y del amor presentes en la poesía de Nuno Júdice 

Nuno Júdice, lee su poema Sur, para La maja desnuda.

Nuno Júdice, fotografía enviada por el poeta para La maja desnuda.

POESIA

de donde viene la voz que nos

rasgó por dentro, que

trajo consigo la lluvia negra

del otoño, que huyó por

entre neblinas y campos

devorados por la hierba?

Estuvo aquí aquí dentro

de nosotros, como si siempre aquí

hubiera estado: y no la

oímos, como si no nos

hablara desde siempre,

aquí, dentro de nosotros.

Y ahora que la queremos oír,

como si la hubiéramos re-

conocido antes, ¿donde está? La voz

que danza de noche, en el invierno,

sin luz ni eco, entre tanto

segura de la mano el hilo

oscuro del horizonte.

Dice “no llores lo que te aguarda,

ni desciendas de inmediato por la margen

del río postrero. Respira

en una breve inspiración, el olor

de resina, en los bosques y

el soplo húmedo de los versos”

Como si la oyéramos.

Traducción: Nidia Hernández