Muriel Rukeyser

Muriel Rukeyser. NY. Estados Unidos. (1913-1980). Reconocida como una poeta preocupada por la paz del mundo, acompaño las marchas de protesta en contra de la guerra y a favor de la Paz. En sus versos retrató las injusticias de su tiempo. Siendo una activista política identificada con los que no tenian voz, fue ante todo una poeta. Mentora de las poetas más jovenes como: Anne Sexton, Adrienne Rich, Sharon Olds y Alice Walker. Publicó su primer libro de poesia a los 25 años; Teoría del vuelo, (Premio Yale; Jóvenes poetas). Otros libros de poesía: El Libro de los Muertos (1938), La Ola Verde, 1948. Elegías, 1949. Los Colores del Día, 1961. La Orgía, 1965. La velocidad de la oscuridad, 1968. Laberintos, 1970. Una vida, 1970. Fue traductora de Gunnar Ekelöf y de Octavio Paz.

EN NUESTRO TIEMPO
 
 
En nuestro tiempo, dicen que hay libertad de expresión.
En nuestro tiempo, dicen que no hay penalidad para los poetas,
No hay penalización por escribir poemas.
Dicen esto.        Esta es la pena.
 
 
 

Traducción: Nidia Hernández 
 
 
 
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IN OUR TIME
 
In our period, they say there is free speech.
In our time, they say there is no penalty poets,
There is no penalty for writing poems.
They say this.     This is the penalty.
 
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Poema


Viví en el primer siglo de las guerras mundiales.

Casi todas las mañanas me volvía un poco loca,

los diarios llegaban con sus relatos despiadados,

las noticias brotaban de distintos dispositivos

interrumpidas por intentos de ventas a los invisibles.

Llamaba a mis amigos por otros dispositivos;

ellos enloquecían también, por las mismas causas.

Pude al fin tomar lápiz y papel, escribir mis poemas

para otros invisibles, otros aún por nacer.

Durante el día pensaba en esos hombres y mujeres

valientes, en lugares remotos, queriendo vivir

sin etiquetas, con valores casi inimaginables.

Cuando la luz se apagaba y se encendía la noche,

tratábamos de imaginarlos, de encontrarnos unos a otros

para crear la paz, hacer el amor, reconciliar

la vigilia con el sueño, reconciliarnos entre nosotros,

con nosotros mismos. Tratábamos por todos los medios

de alcanzar el límite de nuestro ser, traspasarlo,

soltar los medios, despertar.

Yo viví en el primer siglo de todas esas guerras.


Traducción: Daniela Camozzi



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Poem
I lived in the first century of world wars.
Most mornings I would be more or less insane,
The newspapers would arrive with their careless stories,
The news would pour out of various devices
Interrupted by attempts to sell products to the unseen.
I would call my friends on other devices;
They would be more or less mad for similar reasons.
Slowly I would get to pen and paper,
Make my poems for others unseen and unborn.
In the day I would be reminded of those men and women,
Brave, setting up signals across vast distances,
Considering a nameless way of living, of almost unimagined values.
As the lights darkened, as the lights of night brightened,
We would try to imagine them, try to find each other,
To construct peace, to make love, to reconcile
Waking with sleeping, ourselves with each other,
Ourselves with ourselves. We would try by any means
To reach the limits of ourselves, to reach beyond ourselves,
To let go the means, to wake.
I lived in the first century of these wars.