María Teresa Ogliastri, nació en Los Teques, Venezuela (1952) y vive en Caracas. Licenciada en Filosofía, Universidad Central de Venezuela. Ha participado como invitada en festivales de poesía en algunos países de América Latina. Autora de los libros de poesía: Cola de Plata, Editorial Universidad Central de Venezuela, 1994; Nosotros los Inmortales, Horizonte 21 Editores, 1997; Brotes de Alfalfa, Editorial El Pez Soluble, 2007; Polo Sur, Editorial Clío & Afrodita, 2008; Del diario de la Señora Mao, B&C Editor, 2011; El largo adiós, 2019 (inédito) y Alambique, antología publicada por la Editorial El Taller Blanco, 2019. Su libro Polo Sur fue traducido al inglés por la Editorial Settlement House, Washington D.C., 2011. Actualmente se desempeña como profesora en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela.
Louise Glück, EEUU, 1943. Traducida por Maria Teresa Ogliastri Perséfone la errante En la primera versión, Perséfone es raptada de su madre y la diosa de la tierra castiga a la tierra –esto es consistente con lo que sabemos del comportamiento humano, que los seres humanos toman profunda satisfacción en hacer daño, particularmente daño inconsciente: podemos llamar esto creación negativa. La estancia inicial de Perséfone en su descenso al infierno continua en poder de los eruditos quienes discuten las sensaciones de la virgen: Ella cooperó en su rapto o fue violada contra su voluntad, como sucede ahora tan a menudo a las chicas modernas. Como es bien conocido el regreso de la amada no corrige la pérdida de la amada: Perséfone regresa a casa manchada con jugo rojo como un personaje de Hawthorne- No estoy segura si puedo mantener esta palabra: ¿es la tierra “hogar” para Perséfone? Está ella en casa, posiblemente, en la cama del dios? ¿En casa ella no está en ninguna parte? ¿Ha nacido errante, en otras palabras una réplica existencial de su propia madre, menos paralizada por las ideas de causalidad? No se te permite gustar de nadie, tú sabes. Los personajes no son personas. Ellos son aspectos de un dilema o conflicto. Tres partes: tal como está dividida el alma, ego, superego, y ello. De la misma manera los tres niveles del mundo conocido, un tipo de diagrama que separa el cielo de la tierra, del infierno. Debes preguntarte: ¿dónde está nevando? Blanco es olvido, de profanación- Está nevando sobre la tierra; el viento frío dice Perséfone está teniendo sexo en el infierno. A diferencia del resto de nosotros, ella no sabe qué es el invierno, solo que ella es quien lo causa. Ella está acostada en la cama de Hades. ¿Qué hay en su mente? ¿Está asustada? ¿Ha borrado alguna idea de su memoria? Ella sabe que la tierra es dirigida por las madres, esto es tan cierto. Ella también sabe que no será llamada una niña por más tiempo. Respecto a su encarcelamiento ella cree que ha sido prisionera desde que era una hija. Para ella las terribles reuniones en la mina tomaran el resto de su vida. Cuando la pasión por la expiación es crónica, feroz, no eliges la manera en que vives. Tú no vives; no se te permite morir. Te deslizas entre la tierra y la muerte que parecen, finalmente, extrañamente semejantes. Los eruditos nos dicen que no tiene sentido saber lo que quieres cuando las fuerzas que se pelean por ti pueden matarte. Blanco del olvido, blanco de seguridad- Ellos dicen en el alma humana hay una grieta que no fue construida para pertenecer enteramente a la vida. La tierra nos exige negar esta grieta, una amenaza disfrazada de sugerencia– como hemos visto en la historia de Perséfone la cual debe leerse como una discusión entre la madre y el amante– la hija es solo carne. Cuando la muerte la confronta, ella nunca ha visto el prado sin las margaritas. Repentinamente ella no está más cantando sus canciones de doncella sobre la belleza y fecundidad de su madre. Donde está la grieta, está el quiebre. Canción de la tierra, canción de la mítica visión de la vida eterna- Mi alma destrozada con la tensión al tratar de pertenecer a la tierra ¿Qué harás, con el dios, cuando estés de vuelta en el campo?