Margaret Atwood, Canadá 1939. Poeta y Novelista y Crítico literario. Toma partido activamente por el equilibrio de la naturaleza y por la justicia: (BirdLife y Amnistía International). Premio Príncipe de Asturias de las Letras, 2008. Booker Prize, año 2000.
En la noche secular En la noche secular deambulas A solas en tu casa. Las dos y media Todos han desertado de ti, O es esta tu historia; La recuerdas desde los dieciséis, Cuando los demás estaban por ahí, pasándola bien, O así lo sospechabas, Y tú estabas de niñera. Tomabas una gran porción de helado de vainilla Y llenabas el vaso con jugo de uva Y bebidas de jengibre, y ponías a Glenn Miller Con su música de orquesta Y prendías un cigarro y lanzabas el humo por la chimenea, Y llorabas un poco porque no estabas en el baile, Y entonces bailabas tu sola, con la boca circuida de morado. Hoy, cuarenta años después, las cosas han cambiado Y hay habas tiernas. Es necesario reservar un vicio secreto Eso viene de olvidar comer. A sus horas. Las hierves con ciudadano, Tiras el agua, añades pimienta y crema, Y subes y bajas la escalera, Y las sacas del recipiente con los dedos Mientras te hablas a gritos. Te sorprenderá recibir una respuesta, Pero esa parte viene luego. Hay demasiado silencio entre las palabras, Dices. Dices, la sentida ausencia De dios y la sentida presencia De tanto y tanto la misma cosa, Solo que en reversa. Dices, tengo mucha ropa blanca. Te empiezas a quejar sordamente. Hace varios cientos de años Esto podría haber sido misticismo O herejía. Más no ahora. Hay sirenas afuera. Alguien se ha desbordado. El siglo se hace polvo.