Lars Gustaf Andersson

Lars Gustaf Andersson es poeta, traductor y profesor de Estudios Cinematográficos en la Universidad de Lund, Suecia, coautor, entre otros, de Diccionario histórico del cine escandinavo (2012) y La práctica cultural del cine de inmigrantes (2019). También es profesor y supervisor en la Escuela de Escritura Creativa de la Universidad de Lund. Ha traducido al sueco obras de poetas estadounidenses contemporáneos, entre ellos Ilya Kaminsky y Carolyn Forché. Junto a Carolyn Forché también ha traducido al inglés la poesía del poeta sueco Lasse Söderberg, The Forbidden Door (2022). Lars Gustaf Andersson es autor de ocho colecciones de poesía desde 1986, la más reciente es Den andra världen (“El otro mundo”, 2023).

Lars Gustaf Andersson.

7

El monte donde los muertos yacían era verde.
Sus voces permanecieron, como

el sol al entrar por las ventanas cuando el tren
cruza los campos extensos.

Me confundiste con otro, algún otro
que pude haber sido. La iglesia

estaba en silencio. En su centro había un pozo
sin fondo. El día se enfrió desde el interior.

10

He aquí el país. Un día azul se extiende
bajo el cielo verde.

La luz barre el valle,
como hace una mano con las migajas de la mesa.

He aquí el país, le damos la espalda un momento.


12

La piel
de serpiente vacía ahí junto al abedul,
brillaba al sol, el resto que quedaba era
el primer lugar.

Una niña patina
de un lado a otro de la vacía pista de hielo,
la luz era blanca, giro tras giro, los patines
firmemente anudados, de repente se gira y mira
directo a la cámara: Todo está quieto.

Recibí una carta
de alguien en viaje.
Cayó nieve del sobre.

13

En pleno día fue cometido el crimen.
El sol brillaba como en un cuadro.

El niño vio todo lo ocurrido,
pero nadie le escuchó.

En una dehesa de robles silenciosos
partieron al animal sacrificado.

Quería contar una historia
pero olvidé cómo terminó.

Tampoco hay un fin,
ningún punto, solo una horrible

crueldad y un espléndido sol y
violencia cometida una y otra vez.

15

Era otro siglo, escarpados muros y
retrasos por razones alarmantes.

El mundo se dividió. Una muñeca de madera con los ojos
pintados y un perro de trapo jugaban juntos

en un rincón inventado. En el cuarto de al lado corría sangre de teatro,
donde los adultos lloraban más que los niños. Yo estaba

solo un momento y vi la nieve cayendo afuera
pero allí nadie jugaba. Pensé todo pasará pronto,

es la era glacial, tengo que esperar aquí, están llorando
pero pasará pronto.

16

Soñé con un ataúd que tenía que ser transportado de un piso a otro de un castillo. De repente no podíamos ni moverlo. Alguien nos estaba esperando, ¿un príncipe? Me acosté en el ataúd. Y finalmente se pudo alzar. ¿Quién de nosotros entonces era el bufón?

19

Un animal innominado
vive en nuestro modo de hablar
en nuestras costumbres.
Tiene patas suaves y se esconde
sensatamente cuando callamos.

Veo lo que hay en el mundo
y lo que queda después:
Todo reunido en un día.

Se oyen niños jugando, un tren.
Dejo mi lápiz a un lado.
Eso es todo lo que hay.

Traducción del sueco: Angela García