Jane Hirshfield 

Nació en Nueva York. Recibió su licenciatura de la Universidad de Princeton. En 1979, Hirshfield recibió la ordenación laica en Soto Zen en el San Francisco Zen Center. Los nueve libros de poesía de Hirshfield han recibido numerosos premios. Su quinto libro, Given Sugar, Given Salt, fue finalista del National Book Critics Circle Award, y su sexta colección, After, fue pre seleccionada para el «TS Eliot Prize» (Reino Unido) y nombrada «mejor libro de 2006» por The Washington Post, San Francisco Chronicle y Financial Times. Su octava colección, The Beauty, fue incluida durante mucho tiempo en el National Book Award y fue nombrada «mejor libro de 2015» por The San Francisco Chronicle. 

The Ink Dark Moon, su co-traducción del trabajo de las dos poetas más importantes del Japón de la era clásica, fue fundamental para atraer la atención de los poetas estadounidenses al tanka (una forma poética japonesa de 31 sílabas). Ha editado cuatro libros que recogen la obra de poetas del pasado y se la considera «parte de una ola de importantes eruditos que buscaban recuperar la historia olvidada de las escritoras». Hirshfield ha enseñado en la Universidad de California, Berkeley, la Universidad de San Francisco, los Seminarios de escritura de Bennington y como poeta visitante de Elliston en la Universidad de Cincinnati. Fue Artista Visitante Hellman en 2013 en el Departamento de Neuro ciencia de la Universidad de California, San Francisco, y Profesora Visitante de Poesía Mohr de la Universidad de Stanford en 2016. En la Feria del Libro de Miami 2020 presentó su libro «Ledger» del cual ofrecemos el poema que leyó para La maja desnuda. Tambien ofrecemos para «Poesia y Medio Ambiente» su poema escrito en 2017; En el Quinto Día 

Jane Hirshfield.
EN EL QUINTO DÍA
 
En el quinto día
los científicos que estudiaron los ríos
tenían prohibido hablar
o estudiar los ríos.
 
A los científicos que estudiaron el aire.
se les dijo que no hablaran del aire,
y los que trabajaban para los granjeros
y los que trabajaban para las abejas
fueron silenciados.
 
Alguien, desde lo profundo de los páramos,
comenzó a publicar hechos.
 
A los hechos se les dijo que no hablaran
y se los llevaron.
Los hechos, sorprendidos de ser usurpados,
guardaron silencio.
 
Ahora eran solo los ríos
los que hablaban de los ríos,
y sólo el viento el que hablaba de sus abejas,
 
mientras los incesantes capullos reales de los árboles frutales
continuaban moviéndose hacia su fruto.
 
El silencio habló en voz alta del silencio,
y los ríos seguían hablando
de los ríos, de los cantos rodados, y del aire.
 
Atados a la gravedad, sin orejas y sin lengua,
los ríos no examinados siguieron hablando.
 
Conductores de autobuses, almacenistas,
escritores de códigos, maquinistas, contadores,
técnicos de laboratorio, violonchelistas siguieron hablando.
 
Ellos hablaron, el quinto día,
del silencio
 
—2017
 
 
Traducción: Nidia Hernández. 
 
 
 
*****
 
 
On the fifth day
the scientists who studied the rivers
were forbidden to speak
or to study the rivers.

The scientists who studied the air
were told not to speak of the air,
and the ones who worked for the farmers
were silenced,
and the ones who worked for the bees.

Someone, from deep in the Badlands,
began posting facts.

The facts were told not to speak
and were taken away.
The facts, surprised to be taken, were silent.

Now it was only the rivers
that spoke of the rivers,
and only the wind that spoke of its bees,

while the unpausing factual buds of the fruit trees
continued to move toward their fruit.

The silence spoke loudly of silence,
and the rivers kept speaking
of rivers, of boulders and air.

Bound to gravity, earless and tongueless,
the untested rivers kept speaking.

Bus drivers, shelf stockers,
code writers, machinists, accountants,
lab techs, cellists kept speaking.

They spoke, the fifth day,
of silence.