Herman Hesse. Calw, Baden-Gutemberg, Alemania. (1877-1962). Premio Nobel de Literatura 1946. Autor de Importantes novelas, siempre quizo ser poeta según su propia confesión. Su primer poema lo publica a los 19 años. Fue postulado al Premio Nobel de Literatura por Thomas Mann.
Grados Así como toda flor se marchita y toda juventud cede a la vejez, así florece cada grado de la vida, florece toda virtud y sabiduría a su tiempo, Y no debe permanecer eterna. Es preciso que a cada llamado de la vida, el corazón esté dispuesto para la partida y un nuevo comienzo, para entregarse con valor y sin duelo a otros nuevos lazos. Y en cada comienzo vive un hechizo que nos protege y ayuda a vivir. Debemos ir alegres espacio tras espacio, y no colgar de ninguno como de una patria. El espíritu del mundo no quiere encadenarnos, quiere ensancharnos grado tras grado. Apenas nos adaptamos a un círculo familiar y vivimos íntimamente dentro de él, nos amenaza su parálisis. Sólo quien está preparado para la partida y el viaje, puede liberarse del espíritu que paraliza. Quizá la hora de la muerte aún quiera enviarnos a nuevos espacios desconocidos. El llamado que la vida nos hace nunca termina. ¡Adelante, pues, corazón, despídete y sana!