Gabriela Rosas, Caracas, Venezuela. Poeta y narradora. Premio Nacional de Poesía para Jóvenes Pérez Bonalde, 1995. Primer lugar, Bienal de Literatura Lydda Franco Farías, 2014. Poemarios: La mudanza (Eclepsidra, 1999), Agosto interminable (Eclepsidra, 2008), Blandos (Taller Editorial El Pez Soluble, 2013) y Quebrantos (Ediciones del Movimiento, 2015). Traducida a varios idiomas.
XII Lo veo dormir. Nos tocan las palabras hondo. Nos sembramos para siempre uno en el otro. Nadie nos salvará. Nadie puede borrarnos lo mordido, el olor a coco, los labios, los domingos. No puedo ser. Toda la sal del mundo cayó sobre la mesa. XXIII No toda mano es cántaro y uno apenas existe. XXIV Un dos de enero viniste a verme dije que te amaba mirándote a los ojos de frente como si sembrara un árbol a cambio recibí un abismo un pajarito muerto mordido por un gato una casa cayéndose a pedazos y el olvido. LX El hombre se desnuda por toda la casa. Se mece, prepara el café, enciende la televisión, bebe un poco de agua. No me ama lo sé, sigo viva. La cena no siempre es en la boca, me cuenta su parte de la historia, se arrodilla, lo levanto, le miento, nos mentimos. Pasan dos años. El hombre llora, como un niño llora. Me niega, tres veces me niega, luego me acaricia. Vuelve con girasoles en una bolsa roja, me planta su ternura en la cocina. Lo miro, trae un caballo, sin montura, trae un caballo. El hombre sabe que el abrazo pequeño me conmueve, me entrega un temblor. Viene a decir que el mar, sus altas olas, sus orillas, no eran imaginaciones nuestras. El hombre se duerme sin dar la batalla, la noche se le quiebra junto al pecho, el pecho queda solo. No hay nada más triste que la soledad de un pecho que pudo ser amado. La noche sobrevive, el hombre no, al hombre se le mueren las caricias. A oscuras, todo es tan claro. LXI Un hombre grama, tempestad, lamido, mordido, besado. Un hombre deseo, mano sobre mano, un hombre mar, mar en la boca, en la mirada. Un hombre Shakespeare, Baudelaire. Un hombre diario, ventana arriba, ventana abajo. Un hombre poema y más. Hombre fiebre, sin perros y con todos los perros. Hombre cuello, ombligo, entrepierna, hombre que me duela en la sonrisa, hombre país. Hombre en la cabellera hablando bajito, quieto, entero. Hombre sin esperanzas y con todas las esperanzas. Hombre en la boca, besado, olido. Hombre en la mirada, en el pecho derecho, esperando, esperando; tronco, raíz, orilla. Hombre en la cama desbocado. Hombre mío. (Del libro inédito: Sirop) . Solo me desnudo para quienes amo. . El vacío es una boca que no quiere besarte . Arrepentirse es una farsa. . Uno no ama. Cuando alguien se desnuda ocurre un milagro