El poeta italiano Eugenio Montale, nació en Génova, en 1896 y falleció en Milán en 1981. Marcó pauta por la singularidad de su obra poética.
Poeta, ensayista y crítico de música. Libros de poesía: Huesos de sepia, 1925. La casa dei doganieri y altre poesie, 1932. Las ocasiones, 1939. La bufera e altro, 1956.
Fue traductor de: Cervantes, Shakespeare, Yeats y T.S. Eliot, mientras que como crítico escribió sobre Ezra Pound, W. H. Auden o Emily Dickinson, además de contribuir, junto con James Joyce, de quien fue muy amigo, al descubrimiento del escritor Italo Svevo.
Es considerado por muchos uno de los fundadores del hermetismo italiano de entreguerras, según otros estudiosos de su obra, la singularidad de su poética trasciende las bases teóricas de este movimiento.
Eugenio Montale se dedicó a la traducción y a la crítica literaria, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se trasladó a Milán para ocuparse de la sección literaria del Corriere della Sera.
La mayoría de sus escritos críticos fueron recogidos en La farfalla di Dinard (1956), Auto da fé (1966) y Fuera de casa (1969).
En 1967 fue nombrado senador vitalicio
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1975, La Academia, al otorgarle este importante galardón, señaló que su obra refleja la visión de la crisis del hombre contemporáneo, cercado en su soledad y su pesimismo.
XENIA Del brazo tuyo he bajado por lo menos un millón de escaleras, Y ahora que no estás cada escalón es un vacío. También así de breve fue nuestro largo viaje. El mío aún continúa, más ya no necesito Los trasbordos, los asientos reservados, Las trampas, los oprobios de quien cree Que lo que vemos es la realidad. He bajado millones de escaleras dándote el brazo Y no porque cuatro ojos puedan ver más que dos. Contigo las bajé porque sabía que de ambos Las únicas pupilas verdaderas, aunque muy empañadas, Eran las tuyas.