Dinapiera Di Donato

DINAPIERA DI DONATO. Upata (1957). Autora de los libros: Relatos (New York, Kindle Edition, 2016: ASIN: B01B806CQ6), Colaterales/Collateral (USA, Akashic, 2013. Paz Poetry Prize 2012), La Sorda (Maturín, ICUM, 2011), Libro de Rachid avenida Paul Doumer -Desventuras del ocio-(Cumaná, FEES, 1996. Premio de Poesía Bienal “Tomás Alfaro Calatrava” 1996), La sonrisa de Bernardo Atxaga (Upata, Predios, 1995. Premio de Narrativa “Alfredo Armas Alfonso”1994), Noche con nieve y amantes (Caracas, Fundarte, 1991. Premio de Narrativa de la X Bienal Internacional “José Antonio Ramos Sucre” 1990).  En el 2012 su proyecto de relatos Contar Aristeguieta recibió una beca de The Northern Manhattan Arts Alliance NoMAA, Manhattan.

De Picotazos en el córtex (mientras llega la poesía)

Nos van contando

caen sus pájaros en picada

la calle revienta de sirenas

escupiéndonos a la cara

porque bombardea

la primavera

arman las siluetas blancas 

que nos retiran 

los respiradores 

no es la neblina

que nos enseña a irnos

los ojos del río iluminados por la tierra 

enamorada

ceniza

de madrugada ayuda a hacer aire el aplauso

ahora cuidamos la ciudad y nos cuida

la ventana final 

el nido de piel sola

bebemos raíz y tiempo 

mi expediente cubierto de polvo

reescrito el cuerpo

cierra

mis párpados de mujer querida

para que vea las estrellas

esqueletos húmedos que la ardilla viene a roer

Me-too

Saca al perro esta ciega

como en la cinta lejana en la que perros 

llevan al fresco a sus dueños

todos bien atados a la cuerda

el pescuezo azul de la gana

y a rastras

a revivir los tejados de Londres

el perro la saca al Jardín del Amor a esta ciega

allí Eros octogenario

Psiqué con algo menos

flotan alzados a picotazos 

de palomas

el perro descubre un topo que llega solo

y la ciega lo huele

se sueltan

vuelan por la colina como almas que llevan al diablo

ella celaje persigue

a un topo a un viento a una visión

tropieza cerro arriba

grita que ella también está sola

que el perro nunca la quiso y su marido se esconde

desde que amanece

-Espera

le digo al animal perdido

la mujer baja de la colina con su botín

atada a su perro vuelve a casa

-cortaré en trozos estos lugares

mastica ahora pequeñas presas del parque

abro con la delicadeza del leñador aquél

libero al topo que salta de su vientre

y del alma del topo rompe el diablo a graznar

como un imitador de pájaros desafinados

y vio el animal que estaba solo 

y de su costilla

forjó a una mujer arrastrando el pescuezo de la esperanza

y la esperanza tocó su piano de Mompou quieto y sonoro jardín

de las citas a ciegas

la mujer 

se quita sus párpados de invidente y hace la cena

ha concertado 

su nueva cita on-line 

variando únicamente de bosque

descubre la soledad de un ocupa

que la aguarda en Zucotti

el perro y la esperanza y ella

con sus pancartas de bronce

De Las Habladas (o de matarse con prosa)

Expolios

Extraña

cuando la morfo azul metálico

volaba en la estación Capitolio

a la hora pico

e ibas tras ella

la multitud encaminaba

la diminuta montaña 

a su montaña

y extraña ahora 

que el zorro cruza la vía

y escoge mi casa

He dejado cada noche huevos frescos 

el zorro trae a alguien

somos los actores del jardín en penumbra

los vecinos se quejan 

cáscaras que no entienden en sus patios limpios

nombres extraños

cada mañana

finjo asombro

y los zorros fingen el acecho y la captura 

son mis jardineros expoliadores

reparten mi maleza junto a mis restos

entre vecinos 

pienso alto para que lean mi pensamiento: 

¿quién se ha llevado mis huevos esta noche 

sin dejar rastros? 

como leía mi pensamiento el trozo de montaña alojada

en la morfo que quería viajar un poco por vagones 

relucientes

con aire refrigerado

y nosotros en majestad

Extrañas las palabras devueltas 

fracturas irisadas pelambre rojiza

pienso para ellas: ¿quiénes son 

que van conmigo

desenterrando mis huesos como señales

para otros tiempos de

reyes

aún

no identificados?

El bus que nos lleva a los bordes nos hace bajar 

No será nada

un desperfecto en el aire acondicionado

los niños se hacen de pronto amigos en la espera 

pero nadie los suelta

parece que oigo la voz de mi madre

no te separes de la niña ni cuando duermas

abrázate a ella 

y a la pistola

si llega un comando a socorrerlos

mátala

En mi ciudad hay un río furioso lleno de nubes

pero el agua no llega a los grifos de mi madre 

que ahora otea el balcón donde siempre asoma el 

maestro del mundo 

no le digas a mi madre que el maestro solamente vive allí 

aquí avanzo en la marea hacia Cúcuta 

en Cúcuta sabré cómo avanzar hasta Chile

las tierras por la ventanilla son cada vez más húmedas

en la carretera vemos una nube del río siguiéndonos

ha llegado a envolvernos

el comando 

no ha visto nada

suelto la pistola lentamente

le digo a la niña que sí puede jugar

la carretera libre

mi madre se retira del balcón

 

(Poemas inéditos)