#DíaMundialDeLaPoesía. POEMAS INÉDITOS: Luisa Castro (España). Edward Hirsch (USA). Ida Vitale (Uruguay). Piedad Bonnett (Colombia) Peri Rossi (España). Marie Howe(USA). Yolanda Pantin (Venezuela). Lasse Söderberg (Suecia). Carmen Boullosa (México). Jüri Talvet (Estonia). Katariina Vuorinen (Finlandia). Darío Jaramillo Agudelo (Colombia) Ángela García (Colombia). Gina Saraceni (Venezuela) y Nuno Júdice (Portugal).
#DiaMundialDeLaPoesia. DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA 2016, POEMAS INÉDITOS LUISA CASTRO Yo no sabía que ibas a vivir esta transformación Convertirte en ángel En un ángel pequeño Siempre te había visto como un águila Oscura e inteligente como un águila Eras Un poco temible, madre Pero yo no te temía Como no temen los cachorros de lobo a su madre loba Como no temen los pequeños terneros el aplastamiento ni la Asfixia. Eras Un poco lejana Estabas Sobrevolando el cielo Amenazante, Majestuosa Mirando a todos lados Al pasado Al futuro Con tus ojos acechantes salvajes y redondos. Y ahora, madre, te has vuelto una niña. Si no te quisiera Podría decir que te reconozco Pero este nuevo ser que crece ahora en ti ¿Qué quiere decirme? ¿Que los campos inmensos, y los cielos, y los caminos, Y las copas de los árboles, y las cumbres de los montes Están libres de peligros? ¿Que ya no te necesito? LUISA CASTRO, Foz, Lugo. 1966. Premio Rey Juan Carlos de Poesía, Premio Hiperión de Poesía. Actualmente es Directora del Instituto Cervantes en Nápoles, Italia. ********* EDWARD HIRSCH Dios y yo Las estrellas lucen como un cinturón roto Titilando sobre lagos y montañas La luna parece una corona inclinada Allí abajo hay mucho alboroto En las iglesias y en los cuartos de dormir Hay alguna buena gente hablando en lenguas Y elevando las vigas Me pregunto si el Señor se cansa alguna vez De tanta adulación de los fundamentalistas Probablemente le gusta más Que todas las quejas y los ruegos Estoy levantado para escuchar Pero no tiene nada que decirle a los ateos Sería lindo creer Que el cielo es como un patio de escuela En el que todos terminan siendo elegidos Hasta los retrasados Mis amigos son buscadores y exilados Que no abandonarán las historias Yo No lo puedo dejar Pero tampoco puedo creer en él Es una relación unilateral Yo sin Ti Tiene galaxias completas de las que preocuparse No creo que esté muy entusiasmado Mi escuálido yo Es más real, para mí Que su inmenso no-ser Soy un pequeño vacío con atributos Con mi propio y pequeño río de lágrimas Pero qué es él Que llena el mundo con árboles y estrellas Y nos deja solos Con nuestras guerras y atrocidades Nuestra mortal naturaleza humana Nuestro triste dominio sobre peces y gallinas Mira Nadie sabe por qué Hay tanto silencio en las esferas superiores Y tanto sufrimiento aquí abajo El Todopoderoso se saltó nuestras casas Traducción: Colette Capriles EDWARD HIRSCH. EEUU, 1950. Poeta, escritor, ensayista y editor. Tiene un Best Seller en su país (How to Read a Poem and Fall in Love with Poetry): Vive en Nueva York. ************ IDA VITALE Hojas naturales ...o el arraigo, escribir en un espacio idéntico siempre, casa o desvío. José M. Algaba Arrastro por los cambios un lápiz, una hoja tan sólo de papel, que quisiera como de árbol, vivaz y renaciente, que destilase savia y no inútil tristeza y no fragilidad, disoluciones; una hoja que fuese alucinada, autónoma, capaz de iluminarme, llevándome al pasado por una ruta honesta: abiertas las paredes cegadas y limpia la historia verdadera de las pintarrajeadas artimañas que triunfan. Hoja y lápiz, para un oído limpio, curioso y desconfiado. IDA VITALE, Uruguay, 1923. Poeta, traductora, ensayista y crítica literaria Premio Reina Sofía de Poesía 2015. Vive en Los Estados Unidos de América. ************ PIEDAD BONNETT COCINA Para Ma. Victoria. Una cocina puede ser el mundo, un desierto, un lugar para llorar. Estábamos ahí: dos madres conversando en voz muy baja como si hubiera niños durmiendo en las alcobas. Pero no había nadie. Sólo la resonancia del silencio donde alguna vez hubo música trepando las paredes. Buscábamos palabras. Bebíamos el té mirando el pozo amargo del pasado, dos madres sobre el puente que las une sosteniendo el vacío con sus manos. PIEDAD BONNETT, Colombia, 1951. Poeta, novelista y crítico literario. Premio Poetas del Mundo Latino. Vive en Bogotá. ********* CRISTINA PERI ROSSI LA BALSA DE LAS PALABRAS Fui tu Scherazade. En delicadas noches de pasión por retenerte desgranaba historias ebrias de palabras convocadas por el miedo y el deseo que nacen del mismo embrión el embrión del amor y tú las escuchabas con los ojos cerrados para imaginar mejor las criaturas que yo convocaba la perla húmeda del clítoris que se tragó un pez peregrino los faros de los senos enhiestos de Alejandría la barca de las palabras que trasladaba criaturas enfermas, las palabras, a nuestro lecho, para que mi voz sedosa y lánguida de deseo las restaurara y en tus oídos hicieran residencia. Fui tu Scherazade y en amaneceres rojos de deseo salvé el amor solo para que tú lo despeñaras por el precipicio de la fugacidad mi sultana y yo aprendiera a sobrevivir sola en la barca de las palabras que mecen mi soledad animalitas tiernas o severas dulces o imperiosas tan huidizas como tú y que atrapo con el cepo de la memoria. CRISTINA PERI ROSSI. Uruguay 1941. Poeta y narradora. Premio Loewe, Premio Don Quijote de Poesía. Vive en Barcelona, España. ***************** JÜRI TALVET ¡Qué hermoso es el rebaño de ovejas en el límite entre Rõngu y Elva!* Son nubes de algodón pequeñas e iguales en la claridad del cielo, de un amarillo pálido, en una tarde de agosto. Varones nacidos de mujer matan niños, se matan a sí mismos, matan ovejas. En algún lugar hacen la guerra todo el tiempo, ovejas y bombas, bombas y ovejas mezcladas. Ya el año 176 Celso, agitando en su mano El verdadero Logos, se precipitó al matar la oveja negra de los judíos. (Traducción del estonio de Albert Lázaro-Tinaut) Rõngu y Elva son dos localidades del sur de Estonia. (Nota de la traducción) JÜRI TALVET. Estonia, 1945. Ensayista, Profesor, Filólogo y Traductor de poetas españoles. Vive en Estonia. ******* CARMEN BOULLOSA Anuncio nocturno De noche, desde la ventana, el mundo a mis pies, el cielo un manto cayendo frente a mis ojos y las casas de piedra de Brooklyn un sólido mar que guarda el equilibrio en las faldas en pendiente de la tierra, aparece un avión en el ya oscuro horizonte, precisamente apuntando hacia mí. Primero un punto de luz titilando, desplazándose veloz, su faro me mira a los ojos. El avión se dirige a mi casa. Alma, tiembla menos, te lo pido. Tras ese avión que vi nacer del horizonte, viene otro, y tras él, otro: metálicas flechas dirigidas de punta encendida, ligeros cíclopes voladores. Yo soy el blanco. Yo, mi cuarto, mis vecinos, mis amigos, mi barrio. Alma, tiembla menos, te lo pido. Los aires de guerra. Noche a noche, cuando su faro ya deslumbra (alma, tiembla menos, te lo pido), el avión se desvía, gira abrupto hacia mi izquierda, - casi le huelo la axila bajo su ala pajaril -, pasa de largo para aterrizar, allá, en el aeropuerto La Guardia. Tras el primero, van los otros, corderillos metálicos, zumbidos sumisos. Amenazan los aviones, y se van. En verdad estuvieron kilómetros lejos de mí. Como el amor, no menos, no más. Alma, tiembla menos, te lo pido. 2016, Brooklyn. CARMEN BOULLOSA, Mexico 1954. Poeta, novelista, guionista y dramaturga. Premio Xavier Villaurrutia, 1989. Vive en New York, USA. ************* DARÍO JARAMILLO AGUDELO. 29 Esto es el amor: apariciones, destellos de otro tiempo, visos del origen. Aquí debo escribir la palabra plenilunio, invocar la luz de plata de mejores noches sin poder repetir su jadeo ni repetir la risa que era la música entonces. Esto es el amor, esto fue, diré más bien, esto fue el amor: una constelación distinta donde queda lo mejor de mí. DARÍO JARAMILLO AGUDELO. Colombia, 1949. Poeta, novelista y ensayista. Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus. Vive en Bogotá. ******* NUNO JÚDICE COMIDA La mesonera puso el plato frente a mi y se quedó esperando que yo tomara el tenedor y el cuchillo. El plato estaba vacío, como si la nada se pudiera comer. Pero cuando ella me preguntó qué es lo que yo quería, le dije: <<Nada.>> Había leído el menú de arriba abajo y no me apetecía nada, a no ser quedarme sentado en la mesa del restaurant y alimentarme de las palabras que iba reuniendo a mi alrededor, como frutos de un árbol. Pero ella siguió mis instrucciones, puso el tenedor y la cuchara, luego el plato vacío entre los dos cubiertos. Y eso me hizo pensar: <<¿Cómo se come la nada?>> ¿Cómo cortarla en rodajas y llevar la nada a la boca? ¿Y qué sabor tiene la nada?. Lentamente, sin prisa, me quedé mirando hacia la nada, que no pude comer, y me fui con con el estómago vacío, pero con el alma llena de todas las palabras que me rodeaban. Traducción: Nidia Hernández NUNO JÚDICE, Portugal, 1949. Poeta, ensayista, narrador y profesos. Premio Reina Sofía, 2013. Vive en Lisboa.
*****************
MARIE HOWE
Magdalena: los hombres, sus cuerpos
Un pene era tan grande y grueso que cuando lo sentí dentro en verdad dije, guao. Un pene no era circunciso y a mí me encantaba agarrar la pielcita y halarla hacia abajo para que la cabecita saliera como un hombre diminuto. Un pene era curvo y yo tenía que moverme de una forma diferente. Un pene era tan amigable que yo nunca tenía miedo de él. Un pene era tan Delgado que yo estaba realmente impactada. Un pene era grueso y bajito como un cerdito. Un pene no se ponía duro hasta que él lo atapuzaba todo blandito dentro de mí. Un pene llegaba apenas yo comenzaba a moverme. Lo siento, dijo él, tengo un problema, pero a mí no me importaba. Yo amaba a ese muchacho. Un pene se reclinaba erecto contra mí casi todas las mañanas, pero yo me salía de la cama como si no hubiera escuchado ni una de sus palabras. Un pene era tan preciado para mí que yo lo besada y lo besaba aunque supiera que había estado con otra persona. Hubo un pene que nunca vi pero mi mano lo conoció por encima del jean. Un pene amaba tanto el interior de mi boca que cantaba y balbuceaba. Uno tenía nombre. Uno era un ratoncito. Uno, me explicó él, tenía unos piojitos muy pequeños, y no pudimos tener sexo por un tiempo. Uno era ortodoxo y no se acercaba a la sangre. Uno tenía una verruga, una bolita dura justo debajo del bordecito. Un pene era muy paciente sin hacer mucho alarde de ello. Un pene tenía un gran sentido del humor. Un pene tenía herpes pero yo no conocía esa palabra aún. Uno era como un martillo demoledor. Uno era un borracho grosero, un patán un hiriente. Uno dormía dentro de mí, muy cómodo y en casa.
Traducción: Rebeca Blackwell.
MARIE HOWE, New York, EE UU, 1950. Poeta y docente, Poeta Laureada de New York (2012-2014). Premio Guggenheim 1988. Vive en New York.
*******
GINA SARACENI Los conejos del frío Los conejos del frío abandonan la guarida cuando cae la nieve. Saltan veloces, aquí y allá, y dejan un rastro blanco en la tierra de enero. El lago es una losa inmóvil y sus olas son crestas detenidas de espuma, como la muerte como el invierno que sepulta al mundo. Se estremece lo vivo en un breve salto animal. Somos lo que tarda en pasar una pausa donde el amor sucede. Chicago, 26-01-16 GINA SARACENI. Caracas 1966. Poeta, crítico traductora y docente. Ha publicado cuatro libros de poesía. Vive en USA ******** ÁNGELA GARCÍA Al despertar mi identidad se acerca al esqueleto. Para alzar esos huesos dependo de palabras dormidas. Soy tan simple como un aguacate, tan lisa y resbalosa como un molusco, tan inexplicable como una gota de leche en la mano abierta. ¡Tan fragmentaria, tan sorda! Aunque sea mediodía es oscuro adentro. Pese a que funcionen mis cuerdas vocales estoy muda. Sólo mi estómago habla claro. Sé tan pocas cosas que sólo amando puedo tenerme en pié. ÁNGELA GARCÍA, Colombia 1957. Co-fundadora del Festival de Poesía de Medellín. Traducida a varios idiomas. Vive en Suecia. ************ LASSE SÖDERBERG EL CRIMEN FUE AQUÍ (Viznar) Un coche negro al borde del camino. Un ángel sin rostro entre los olivos. Son las cinco de la tarde. En el silencio sólo se oye el llanto de veladas mujeres. Traducción: Ángela García LASSE SÖDERBERG. Suecia 1931. Poeta, crítico editor y traductor. Premio Tomas Tranströmer 2014. Vive en Malmö, Suecia ******* YOLANDA PANTIN Cartas que nunca escribí Querido Fernando Fernandez: Te recuerdo y te leo encantada. Querido Antonio: No encuentro la manera. Querida Maria: En la luz encontrada. Querido Eduardo: de Dios el halcón, a los poetas. YOLANDA PANTIN, Caracas 1954. Poeta y también se dedica a la literatura infantil. Premio Poetas del Mundo Latino. Vive en Caracas, Venezuela ******** KATARIINA VUORINEN El día de bodas De aquí vamos y nos casamos, no quería escapar de ese destino robé el vestido de una mujer, abrí un hueco en la pared de aquí vamos al registro, no hay nada con lo cual consolar a los amigos la semana que viene del pesado ambiente interior en la casa, de las redondeces de un feto, estoy cubierta de escamas de pez de fondo marino huyo con mi cara hinchada, con bolsas de congelador, con el pelo alisado cuando de aquí salgamos hacia el dolor y la perdición, qué error he cometido crucé una puerta prohibida cuya interdicción no me atemorizó entré al laberinto, me negué a huir me di una descarga eléctrica una y otra vez y en el matrimonio entramos una mujer está engomando mis ojos muy abiertos, pintándome con acuarelas todo lo pálido sirve a un propósito a una modista le aguarda una mañana ajetreada, dobla la falda seis veces debes pagar todo lo que has hecho creer con papeles y fotos tienes tiempo de ajarte, de llegar tarde de pelear, de ponerte azul, la soledad voltea los espejos contra la pared tus ojos han caído y el papel no ha sido papel en años y ahí vamos arranco una etiqueta con mi nombre de la ropa, las pestañas de mis ojos letras de mi nombre, yo soy alguien a quien hay que evitar pintarse mal, un cuclillo engreído, qué hago aquí? y cuándo me marcho? alguna vez escuché voces del otro lado de la pared? me dejó el espejo dormir? escribir quema al papel llueve al otro lado del día un vestido cae de los hombros, sin ligueros, sin medias, hermanas una inundación, un verdugo, un hacha de largo mango, y hay otras formas de pagar por el deseo de escuchar y de amar es esto la cabeza de un humano o de un pez? en el lodo, hundido entre anchas algas y nenúfares ahogan a aquellos que miran, risas, rostros, ruedos hundidos, en el abismo cae el vestido no hay modales, no hay pechos no hay mujer un humano aire de océano milagro alegría este recuerdo de aquí a la eternidad, el día salta hacia un signo de infinito una mujer que desapareció, un hombre que no fue condenado a muerte, acaso existen otras maneras de pagar por el deseo de hablar y amar? por un vaso pintado de plata otras formas que una parcela de risa que tu debes contar a tus amigos, una habitación de alegría, una lluvia cortante de agua y piedras y tormentas que nada queda sobre la superficie se suponía que esto no sería la salvación de nadie no quise agobiar a nadie con la pena no quise contestar cuando me hablaron colgaré a esa mujer con una trenza de cabellos quien se atreva a hacer esto le cortaré el cuello y la lengua negra de su boca acabaré con la mujer en frente del registro y a los pies de lo inevitable cae una sudorosa y temblorosa cabeza sucede y no me echo de lado, de aquí vamos y atamos el nudo y maldecimos a quien quiera que nos haya visto, que fue capaz de tomar sus anteojos que se rompa tu cámara! que tus fotos sean pisoteadas en el barro! moscas y gusanos están zumbando que nadie que haya sido testigo, el libro marcado, el velo caído, un verdugo quemará tu piel hasta el hueso, tu piel húmeda campo, viento, mesa, manzana, por eso te amo, me vuelvo piedra, el plan era morir antes que las ratas subieran por la ventana dar felicidad, pan y muslos, permiso de marcharse darle estos ojos y vino, rendirse, donar a experimentos un cuerpo al que los fantasmas del día nunca den reposo imagina un cielo quebrado, agosto y la eternidad el plan era mantener la promesa, derramarse, prestar una mano, recoger la mesa, limpiar los huecos en la pared a través de los cuales una vez contemplaste el mundo o el mundo te contempló a ti había libertad esperándonos, un ritual denso de la estación que comenzaba una cierta calidad azarosa de la historia como una falda de creolina, la luz eléctrica, un pajar Traducción: Carolina Iribarren. KATARIINA VUORINEN, Finlandia 1976. Tiene cuatro libros de poesía publicados. Vive en Helsinki.