Darío Jaramillo Agudelo

Darío Jaramillo Agudelo. Nació en Colombia en 1949. Es narrador, ensayista, editor, fue gestor cultural en su país. Y es uno de los poetas más reconocidos tanto en Colombia como en Latinoamérica y España. Una colección de sus poemas fueron traducidos al italiano. Libros de Poesía: Historia. Poemas de amor. Tratado de retórica. Del ojo a la lengua. Cantar por cantar. Gatos. Guía para viajeros. Cartas cruzadas. Memorias de un hombre feliz. Historia de una pasión. La voz interior. Premio Federico García Lorca 2018. Pre Textos la prestigiosa editorial valenciana de España ha publicado casi toda su obra.

  RAZONES DEL AUSENTE
Si alguien les pregunta por él,

díganle que quizá no vuelva nunca o que si regresa

acaso ya nadie reconozca su rostro;

díganle también que no dejó razones para nadie,

que tenía un mensaje secreto, algo importante que decirles

pero que lo ha olvidado.

Díganle que ahora está cayendo, de otro modo y en otra parte del mundo,

díganle que todavía no es feliz,

si esto hace feliz a alguno de ellos; díganle también que se fue con el corazón vacío y seco

y díganle que eso no importa ni siquiera para la lástima o el perdón

y que ni él mismo sufre por eso,

que ya no cree en nada ni en nadie y mucho menos en él mismo,

que tantas cosas que vio apagaron su mirada y ahora, ciego, necesita deltacto,

díganle que alguna vez tuvo un leve rescoldo de fe en Dios, en un día de sol,

díganle que hubo palabras que le hicieron creer en el amor

y luego supo que el amor dura

lo que dura una palabra.

Díganle que como un globo de aire perforado a tiros,

su alma fue cayendo hasta el infierno que lo vive y que ni siquiera está desesperado

y díganle que a veces piensa que esa calma inexorable es su castigo;

díganle que ignora cuál es su pecado

y que la culpa que lo arrastra por el mundo la considera apenas otro dato delproblema

y díganle que en ciertas noches de insomnio y aun en otras en que cree haberlo soñado,

teme que acaso la culpa sea la única parte de sí mismo que le queda

y díganle que en ciertas mañanas llenas de luz

y en medio de tardes de piadosa lujuria y también borracho de vino en noches de lluvia

siente cierta alegría pueril por su inocencia

y díganle que en esas ocasiones dichosas habla a solas.

Díganle que si alguna vez regresa, volverá con dos cerezas en sus ojos

y una planta de moras sembrada en su estómago y una serpiente enroscada en su cuello

y tampoco esperará nada de nadie y se ganará la vida honradamente,

de adivino, leyendo las cartas y celebrando extrañas ceremonias en las que no creerá

y díganle que se llevó consigo algunas supersticiones, tres fetiches,

ciertas complicidades mal entendidas

y el recuerdo de dos o tres rostros que siempre vuelven a él en la oscuridad

y nada.
Darío Jaramillo Agudelo en Bogotá con Nidia Hernández