Nació en la Lituania del Imperio zarista unida desde hacía tiempo a Polonia, en 1911. Abogado, Traductor y Poeta. A los 19 años publica su primer libro de Poesía que le valió una beca para Francia donde se reunió con su familiar y también poeta: Oscar Milosz, dijo el poeta: «Tuve una fuerte influencia de mi primo francés Oscar Miłosz. Ceslaw Milosz, Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó para la Resistencia de Varsovia, difundiendo libros y folletos contra el nazismo. Fue un gran Crítico de los regímenes comunistas, que lo condenaron y hasta lo prohibieron en su país. En 1960 Ceslaw Milosz,se traslada a Los Estados Unidos invitado por la Universidad de California, vivió en America por 30 años, donde fue Profesor de Lenguas y Literaturas Eslavas y donde se dedicó a escribir sobre política y sobre todo a escribir sus versos. Milosz, Publicó 21 libros de poesía. Fue Premio Nobel de Literatura en 1980. En los años 90 Ceslaw Milosz, vuelve a Polonia en el período de la vuelta a la Democracia y murió en Cracovia en el 2004 a los 93 años. Premio Nobel de Literatura 1980.
REGRESO A CRACOVIA EN 1880 Volví aquí desde las grandes capitales, A una ciudad de un estrecho valle bajo la catedral Con tumbas reales. A una plaza bajo la torre Y la estridente trompeta tocando a mediodía, partida Su nota en dos porque la flecha de los tártaros Una vez más alcanzó al trompetista. Y palomas. Y las chillonas pañoletas de las mujeres que venden flores. Y grupos de personas charlando bajo el pórtico gótico de la iglesia. Mi baúl de libros llegó, esta vez sin problemas. Lo que sé de mi laboriosa vida: que la he vivido. Los rostros son más pálidos en la memoria que en los daguerrotipos. No necesito escribir memorándum y cartas todas las mañanas. Otros se ocuparán, siempre con la misma esperanza. Mi país seguirá siendo lo que es, el patio trasero de los imperios, Que alimenta su humillación con fantasías provincianas. Salí una mañana a dar un paseo con mi bastón: Los puestos de los viejos están ocupados por nuevos. Y por donde las chicas una vez paseaban con sus vaporosas faldas, Ahora se pasean unas nuevas, orgullosas de su belleza. Y los niños hacían rodar aros durante más de medio siglo. En un sótano un zapatero alza la vista desde su banco. Un jorobado pasa con su lamento oculto, Luego una dama elegante, imagen estridente de pecados mortales. Así es como perdura la Tierra, en todas las pequeñas cosas Y en las vidas de los hombres, irreversibles. Y eso parece un alivio. ¿Ganar? ¿Perder? ¿Para qué? Si el mundo de todos modos nos va a olvidar.