Cristina Peri Rossi, Uruguay 1941. Estuvo recluida en el hospital de Barcelona recientemente, por una infección pulmonar. Nos hace llegar este poema inédito que compartimos desde LaMajaDesnuda.com
A todos aquellos y aquellas que me dieron su cariño y su apoyo durante los feos días de la infección pulmonar
Quiero hacerles un pequeño regalo: estos poemas que escribí a mano en la habitación 320 del Hospital de Barcelona, en medio del oxígeno, la penicilina y la tos, como una prueba quizás de que la poesía va más allá del cuerpo.
Gracias a todos y a todas. Cristina Peri Rossi
HOSPITAL DE BARCELONA En los años cincuenta aquí se elevaba el Hilton ahora es el Hospital de Barcelona donde en el mes de febrero ocupo alguna habitación de neumología con un brote de asma o una infección pulmonar las venas abiertas para el suelo y la penicilina. A veces para distraer el aburrimiento de los días y noches de hospital pienso que es el único mes del año –febrero- en que puedo vivir en el Hilton como si fuera rica comida gratis buenas vistas a La Diagonal habitación con baño completo y servicio de lavandería. La tos los esputos verdes el dolor en el pulmón el insomnio son el precio de una escritora pobre por veinte días en el Hilton. II En los años cincuenta aquí elegante señorial se elevaba el Hilton. hoy es el Hospital de Barcelona y desde la gran habitación pintada de delicado color verde -tercera planta, neumología- puedo ver un pequeño parque de árboles luminosos el estanque de peces azules y las luces permanentes del tráfico de tres vías los centros nerviosos de la ciudad (como las vías endovenosas de mis brazos). ¿Adónde van? ¿De dónde vienen? Los sanos tienen poco tiempo y destinos precisos el tiempo justo entre una reunión y otra. me asomo al amplio ventanal nocturno iluminado a las nueve de la noche me asomo al ventanal Y veo el inmenso rascacielos de oficinas todavía encendido como celdas de un panal efervescente: las luces de las pantallas de los ordenadores los neones de los cubículos como en un cuadro de Hopper Gente y trabajo Producción y producción no como yo que en pijama y con la sonda de oxígeno puedo mirar y no hacer nada si mirar fuera no hacer nada lejos ya de la colmena alocada lejos ya de la superproducción. III Anoche hubo luna llena, amarilla, enorme y quedó colgada de una ventana del rascacielos de oficinas que contemplo cada noche desde la habitación 320 del Hospital de Barcelona como en un cuadro de Matisse. Alguien izó la luna que los oficinistas no podían ver -sólo veían la pantalla del ordenador- para romper la dura simetría arquitectónica –masculina- del rascacielos de oficinas. Y yo me pregunté si vos en otra ciudad pero a la misma hora desde la ventana de tu piso -no de un hospital- mirabas esta misma luna inmensa, oronda, amarilla como un cuadro de Matisse y sin decir nada sin comunicármelo siquiera -como una sincronía sin hilos sin móvil sin Internet- pensabas que yo desde un hospital que fuera hotel entre luces de neón automóviles y bocinas miraba la luna como un fragmento de belleza femenina en un mundo de rascacielos muy masculino. cristina_peri Dedicado a: Lali Lozano Maruja Halevi Silvia Silviado Maria Cinta Montagut Mercedes Rowinky Jesus Aguado José Angel Zapatero Alejandra Romero Alex Salmon nazancoy@elcultural.es Rocío Huerta Ana Romero Colita Fotografía Anna Caballe María Amparo Jimenez Martínez Nidia Hernández