Arturo Desimone

Arturo Desimone (1984) Nació en la isla de Aruba (Mar Caribe, Antillas del reino holandés) en una familia de exiliados de Argentina, Polonia y Rusia. Sus poemas, ensayos y cuentos en inglés han sido publicados en diversos jornales literarios en Estados Unidos, el Caribe e Inglaterra (Drunken Boat, New Orleans Review, Matter Monthly, Small Axe, Excéntrica). Cartas a Carlos Marx y otros poemas, poemario bilingüe, fue publicado en 2017 por la editorial peruana Hanan Harawi y se presentó en Cuba durante el “Encuentro de Jóvenes Escritores de Ibero-América y el Caribe” en la Habana. Éste año ha aparecido una edición bilingüe del libro La Amada de Túnez con la editora argentina Clara Beter. La traducción que ofrecemos es de Diego Alfaro Palma.

CARTA A MARX UNO

Marx no te escribo
como Roque Dalton pudo,
llamándote un poeta
por tus asexuadas neoplatónicas baladas
dedicadas a Jenny von Westphalen
Roque al menos era un poeta
que escribió sobre tu gusto
por los brazos rechonchos y las tetas de Jenny

(Por las lecherías de Renania donde el fantasma
del primer atacante a la ética del trabajo como el tú flojo leyendo
Schlegel junto al río

donde los señores feudales aplastaron
los levantamientos campesinos de los primeros
revolucionarios protestantes, traicionados por Lutero
tu laúd no los vengó a ellos tampoco, eran campesinos
no trabajadores industriales
Te viste a ti mismo en el río, la barba aún no tan larga,
no viste la calavera al fondo
en la que la serpiente de agua habitaba)

Roque conocía algo de la carnalidad divina y esplendida
como Rubén Darío, quien no nació tan lejos
de donde Roque fue ejecutado
por sus propios camaradas de armas.
Desearía que hubieras mencionado a la sirvienta
en la bodega pagada por el padre de Friedrich Engels
el apareamiento contrae una especie de dialéctica —
para mí la fertilidad no es puramente material.


CARTA A MARX DOS

Karl, comenzaste tu último trabajo sobre la estética,
prometiste en tus cartas “que sería lo mejor de todo”
a Engels le dijiste “no has visto nada aún” pero moriste
por la bebida, la sirvienta, cigarrillos luego del primer párrafo.
Brecht lo interpretó para ti, en su especial
y pragmática forma alemana,
Nunca escribir con el estomago vacio,
Comúnmente me levanto y escribo poemas
por la mañana mientras siento hambre.
alternando perder la semilla
y la vitalidad de los fantásticos amantes que vi en las vacaciones en Polonia
después de eso termino este poema,
o me arriesgo a seguirlo, estoy lejos de la panadería
para comprar el almuerzo-
un deslenguado e irracional eslavo soy, 

olvido comprar pan, los problemas prácticos son Hidras,
no resuelvo el problema hasta
que Marx me diga que necesito ser racional,

 la revolución de los esclavos no tiene magia o sinos

o cualquier tipo de fantasía científica catalogada por Dvorak.


LETTER A MARX ONE


Marx I do not write to you
as Roque Dalton would,
calling you a poet
for your sexless Neoplatonic ballads
to Jenny von Westphalen
Roque at least was a poet
who wrote of your yearning
for the fat arms and mammaries of Jenny

(\by the Rhineland milkfarms where the ghost
of the work-ethic first assailed you as you lazed reading
Schlegel by the river

where feudal landlords crushed
peasant uprisings of the first revolutionary
protestants, betrayed by Luther
your lute did not avenge them either, they were peasants
not industrial workers.
You saw yourself in the river, beard not long enough,
you did not see the skull at bottom
in which the watersnake lived)

Roque knew some divine and splendid carnality
as Ruben Dario, who was born not far
from where Roque was executed
by his own troop comrades.
I wish he had mentioned the maid
in the wine-cellar paid by Friedrich Engels’ father
the mating act involves a kind of dialectic–
to me fertility is not purely material.

 

Karl, you began your final work of aesthetics,
you promised in your letters “this will be the best ever”
to Engels you said “you ain’t seen nothing” but died
from drink, maid, cigars after paragraph one.
Brecht interpreted it for you, in his own special,
Germanic pragmatist way,
Never write on an empty stomach
Usually I wake up and write poems
in the morning while hungry,
alternative to losing seed
and vitality to fantasy lovers I saw on Polish vacations
therefore before I finish this poem,
or dare continue it, I am off to the baker
to buy lunch—
irrational tongueless Slav I am, I forget to buy bread, practical problems are Hydras
and I don’t solve the problem until
Marx tells me I need to be rational, the slave revolt cannot have magic or fates
or any such fantasies scientifically inventorized by Dvorak.


 

 Traducción:. Diego Alfaro Palma