Siete poetas portugueses, Caracas 2008. Traducción: Nidia Hernández. Selección: Sophia de Mello. Eugenio de Andrade, Antonio Ramos Rosa, Casimiro de Brito, Nuno Júdice, Rosa Alice Branco. Ana Luisa Amaral. (La maja desnuda Ediciones / Cultura UNIMET). Recital en el Instituto Portugués d Cultura
SOPHIA DE MELLO BREYNER LA PAZ SIN VENCEDORES NI VENCIDOS Danos Señor la paz que te pedimos La paz sin vencedores ni vencidos Que el tiempo que nos diste Sea un nuevo recomienzo de esperanza y de justicia Danos Señor la paz que te pedimos La paz sin vencedores ni vencidos Eleva a la transparencia nuestro ser Para poder leer mejor la vida Para comprender tu mandamiento Para que venga a nosotros tu reino Danos Señor la paz que te pedimos La paz sin vencedores ni vencidos Haz Señor que la paz sea de todos Danos la paz que nace de la verdad Danos la paz que nace de la justicia Danos la paz llamada libertad Danos Señor la paz que te pedimos La paz sin vencedores ni vencidos EUGENIO DE ANDRADE Es urgente el amor Es urgente un barco en el mar. Es urgente destruir ciertas palabras, odio soledad crueldad, ciertos lamentos, muchas espadas. Es urgente inventar alegría, multiplicar los besos, los trigales es urgente descubrir rosas y ríos y mañanas claras. Cae en los hombros el silencio y la luz impura, hasta doler. Es urgente el amor, es urgente Permanecer. Antonio Ramos Rosa, POEMA DE UN FUNCIONARIO CANSADO La noche me cambió los sueños y las manos me dispersó los amigos tengo el corazón confuso y la calle es estrecha estrecha en cada paso las casas nos devoran nos consumen estoy en un cuarto solo en un cuarto solo con los sueños cambiados con toda la vida contrariada ardiendo en un cuarto solo Soy un funcionario apagado un funcionario triste mi alma no acompaña mi mano Débito y Crédito Débito y Crédito mi alma no baila con los números intento esconderla avergonzado el jefe me pescó con el ojo lírico en la jaula de la casa y debitó mi cuenta de empleado Soy un funcionario cansado de un día ejemplar ¿Por qué no me siento orgulloso de haber cumplido mi deber? ¿Por qué me siento irremediablemente perdido en mi cansancio deletreo viejas palabras generosas flor muchacha amigo niño hermano beso novia madre estrella música son las palabras cruzadas en mi sueño palabras soterradas en la prisión de mi vida esto todas las noches del mundo en una sóla noche larga en un cuarto solo. Casimiro de Brito. De la palabra Silencio: la palabra respira. Cuerpo tirado en el mar. Silencio de fuego y música. Silencio: la palabra sangra su cántico de polvo. Pez de sombra mordiendo las estrellas. La palabra solamente. La palabra refresca. Hueso abandonado en la playa desierta. La palabra de agua donde niego la muerte. Pausa de sol. NUNO JÚDICE Cosas Aristóteles nunca tomó café. Platón nunca comió feijoada a la brasilera. Alejandro nunca ordenó cuscús en Alejandría. Cleopatra nunca vistió Dior. Cesar nunca usó un Rolex de oro. Brutus nunca disparó un revolver. San Agustín nunca tomó lexotanil. Carlo Magno nunca leyó a Freud. Marco Polo nunca tomo un avión. Lorenzo de Médicis nunca condujo un Ferrari. Erasmo nunca simpatizó con Choucroute. Lutero nunca hizo yoga. ROSA ALICE BRANCO GRAVITACIÓN UNIVERSAL De nuevo el mar que espero sentada a la ventana que da hacia las rosas, Que da hacia todas las calles por las que pasé con tus pasos. Hacia los caminos donde volteamos la cabeza para no ver el hombre desvaído en el suelo. Después comimos en la casa de un amigo, bebimos y hablamos como si la vida fuera eterna. De regreso la calle estaba limpia, sin señales de sangre. Las luces sobre el mar en las dos márgenes y tu mano en mi pierna. Allá en el cielo un hombre sin vientre busca sus alas. Nada se de ángeles. Yo que espero el mar todos los días creo en la rotación de la tierra y en la ley de la gravedad. Pero cuando llegas el cuerpo pierde peso y las palabras vuelan alrededor de nosotros. ANA LUISA AMARAL LA GÉNESIS DEL AMOR Tal vez un intervalo cósmico poblando sin querer la vida: talvez un quásar que la inundó de luz, la transformó en materia tan densa que la escindió la retuvo suspendida en el espacio Eran formas cadentes como estas: Imágenes como bóvedas del cielo, asombrosas igual al asombro en el que nacerían las primeras preguntas sobre los dioses. el cero, el universo, la solidez de la tierra redonda y luminosa, esperando Admastores que la domestiquen, o fuegos fatuos incendiando miradas, o marineros ciegos, ávidos de luz, de la línea que, acompasada divide cielo y mar Quásar es poco, porque la palabra roza lo que la piel descubrió. Y tampoco la piel alcanza: pequeño meteoro en implosión Estatua luminosa, tal vez, esperando la paz (aunque haya ausencia de creencia o de fe) y, profano el diseño de esos extraños animales, semi monjes, malditos deslumbrados, y una visión tal vez en la penumbra serena de algún claustro Tal vez así tendría algún sentido la génesis del amor Traducción: Nidia Hernández