Nació en Maracaibo, Venezuela, en 1906, donde murió en el año 1956. Fue una poeta que no perteneció a ningún grupo lírico, ni es asociada a ningún movimiento, pero que escribió desenfadadamente toda su poesía. Alas fatales fue su primer libro, su segundo libro; Canciones que oyeron mis últimas muñecas, fue publicado en 1956, el mismo año de su muerte, luego, póstumamente en 1961 fue editado: Entre la luna y los hombres. María Calcaño fue reconocida tardíamente, sus poemas sensuales fueron considerados muy audaces para su época. Fue una poeta que escribió independientemente de la moral de su tiempo.
Primer espanto de la niña con luna Miro esto que brota dentro de mí, y me arrodillo. Y casi digo oraciones, nombrando al padre muerto con un gesto largo y extraño… Como de lejanos países vienen sonando piedras. Y arañas menudísimas por los rumores de las uvas. ¡Y explosiones de minas! También niños adentro de mi corazón… Mi falda se arremolina, se levanta como un barco, haciendo señales de alegría en la noche. Mientras sigo llorando…, alzando los brazos tanto, que desaparecen los senos en el viento. En mis hombros tiembla la noche; una horca que moviera en el aire dos lunas. Me acerca un miedo extraño. Y me siento mujer, ¡deliciosamente mujer! Ahora crece más alto el trigo Ahora, cuando la tierra sabe a tu piel Y con las lluvias llegas cantando, Y pasas en los vientos Llenándome de júbilo Yo pienso en tu tamaño Dentro de mi latido. Árboles alegres florecen Entre tus pasos y mi corazón. Como por el sueño de un ángel separados. Ahora crece más alto el trigo. Y las enredaderas cubren los tejados. Y yo me estrecho más y más A tus cabellos de agua. Besando tu garganta y tus ojos caídos Los caminos regresan a nosotros. Entre llanto y risas Que desata la noche Deshacemos los misterios del cielo Y corremos, corremos por los alegres países Donde los silencios descansan Por fuera de la locura del mundo.