Muriel Rukeyser

NY. Estados Unidos. (1913-1980). Reconocida como una poeta preocupada por la paz del mundo, acompaño las marchas de protesta en contra de la guerra y a favor de la Paz. En sus versos retrató las injusticias de su tiempo. Siendo una activista política identificada con los que no tenían voz, fue ante todo una poeta. Mentora de poetas más jóvenes como: Anne Sexton, Adrienne Rich, Sharon Olds y Alice Walker. Publicó su primer libro de poesía a los 25 años; Teoría del vuelo, (Premio Yale; Jóvenes poetas). Otros libros de poesía: El Libro de los Muertos (1938), La Ola Verde, 1948. Elegías, 1949. Los Colores del Día, 1961. La Orgía, 1965. La velocidad de la oscuridad, 1968. Laberintos, 1970. Una vida, 1970. Fue traductora de Gunnar Ekelöf y de Octavio Paz.

Intento de conversación entre dos personas


Háblame.   Dame la mano. ¿Qué eres ahora?
Te lo contaré todo.   No ocultaré nada.
Cuando tenía tres años, un niñito leyó un cuento sobre un conejo
que moría, en el cuento, y yo me arrastré bajo una silla   :
un conejo rosa   :   era mi cumpleaños, y un cirio
me hizo una llaga en el dedo, y me ordenaron ser feliz.

 Oh, aprende a conocerme.   No soy feliz.   Te seré franca:
En este momento pienso en velas blancas frente a un cielo como música,
como alegres cuernos que suenan, y en pájaros que vuelan, y un brazo que me rodea.
Hubo uno al que amé, que deseaba vivir, navegando.

:   Háblame.   Dame la mano.   ¿Qué eres ahora?
Cuando tenía nueve años, era afeminadamente sensiblero,
voluble   :   y mi tía viuda tocaba Chopin,
y yo inclinaba la cabeza hacia las molduras pintadas, y lloraba. 
Ahora quiero estar cerca de ti.   Enlazaría
los minutos de mis días estrechamente, de alguna manera, a tus días.

   No soy feliz.   Te seré franca.
Me gustaban las lámparas en las esquinas del anochecer, y los poemas serenos.
En mi vida ha existido el miedo.   A veces le doy vueltas
a esa tragedia que fue su vida realmente.

   Dame la mano.   Primero mi mente en tu mano.   ¿Qué eres ahora?
Cuando tenía catorce años, soñaba con el suicidio,
y me subí a una ventana alta, al caer el sol, con la esperanza puesta en la muerte   :
si la luz no hubiera fundido las nubes y las llanuras convirtiéndolas en belleza,
si la luz no hubiera transformado aquel día, habría saltado.
Soy infeliz.   Estoy solo.   Háblame.

  Te seré franca.   Creo que él jamás me amó:
amaba las playas luminosas, los pequeños bordes de espuma
que surcan las pequeñas olas, amaba los giros de las gaviotas:
me dijo con voz alegre: te amo.   Aprende a conocerme.

   ¿Qué eres ahora?   Si pudiéramos acariciarnos el uno al otro,
si nuestras separadas entidades pudieran abarcarse,
apretarse como un rompecabezas chino... ayer
estuve en una calle abarrotada de gente,
y nadie pronunció una palabra, y la mañana brillaba.
Todo el mundo en silencio, moviéndose... Dame la mano. Háblame.


Traducción: A. Catalán

  

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Effort at Speech Between Two People

:  Speak to me.          Take my hand.            What are you now?

I will tell you all.          I will conceal nothing.

When I was three, a little child read a story about a rabbit

who died, in the story, and I crawled under a chair    :

a pink rabbit    :    it was my birthday, and a candle

burnt a sore spot on my finger, and I was told to be happy.

:  Oh, grow to know me.        I am not happy.        I will be open:

Now I am thinking of white sails against a sky like music,

like glad horns blowing, and birds tilting, and an arm about me.

There was one I loved, who wanted to live, sailing.

:  Speak to me.        Take my hand.        What are you now?

When I was nine, I was fruitily sentimental,

fluid    :    and my widowed aunt played Chopin,

and I bent my head on the painted woodwork, and wept.

I want now to be close to you.        I would

link the minutes of my days close, somehow, to your days.

:  I am not happy.          I will be open.

I have liked lamps in evening corners, and quiet poems.

There has been fear in my life.          Sometimes I speculate

On what a tragedy his life was, really.

:  Take my hand.          Fist my mind in your hand.          What are you now?

When I was fourteen, I had dreams of suicide,

and I stood at a steep window, at sunset, hoping toward death   :

if the light had not melted coulds and plains to beauty,

if light had not transformed that day, I would have leapt.

I am unhappy.          I am lonely.          Speak to me.

:  I will be open.          I think he never loved me:

He loved the bright beaches, the little lips of foam

that ride small waves, he loved the veer of gulls:

he said with a gay mouth: I love you.          Grow to know me.

:  What are you now?          If we could touch one another,

if these our separate entities could come to grips,

clenched like a Chinese puzzle . . . yesterday

I stood in a crowded street that was live with people,

and no one spoke a word, and the morning shone.

Everyone silent, moving. . . . Take my hand.          Speak to me.