Louise Glück

EEUU. (1943-2023). Publicó su primer libro en 1968: Firstborn. Es autora de doce libros de poesía. Fue miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras. Premio Pulitzer de Poesía, 1993. por El iris salvaje, publicado por Pre-Textos, en 2006), Premio: William Carlos Williams. Premio Fundación Lannan, Poeta Laureada en los años (2003-2004). Premio Nacional del Libro, 2014. Premio del Círculo Nacional de Críticos del Libro y Premio Bollingen de Poesía. Tres poemarios de Glück han sido traducidas al sueco: Averno (2017), Ararat (2019) e Iris salvaje (2020). En 2020, Ganó también el prestigioso Premio: Tomas Tranströmer, Y se alzó con el codiciado Premio Nobel de Literatura 2020. “Por su inconfundible voz poética, que con austera belleza hace universal la existencia individual del ser humano”. “En sus poemas, – comenta la Academia sueca- “el yo escucha lo que queda de sus sueños e ilusiones, y nadie puede ser más duro que ella para confrontar las ilusiones del yo,  pero incluso si Glück negara la importancia del trasfondo autobiográfico, no debería ser considerada una poeta confesional. Louise Glück busca lo universal, se inspira en los mitos y motivos clásicos, presentes en la mayoría de sus obras”. Enseñó en las universidades de Yale y Stanford y vivió en Cambridge, Massachusetts. 

Perséfone la errante

En la primera versión, Perséfone

es raptada de su madre

y la diosa de la tierra

castiga a la tierra –esto es

consistente con lo que sabemos del comportamiento humano,

que los seres humanos toman profunda satisfacción

en hacer daño, particularmente

daño  inconsciente:

podemos llamar esto 

creación negativa.

La estancia inicial de Perséfone 

en su descenso al infierno

continua en poder de los eruditos

quienes discuten las sensaciones de la virgen:

Ella cooperó en su rapto

o fue violada contra su  voluntad,

como sucede ahora tan a menudo a las chicas modernas.

Como es bien conocido el regreso de la amada

no corrige

la pérdida de la amada: Perséfone

regresa a casa manchada con jugo rojo

como un personaje de Hawthorne-

No estoy segura si puedo 

mantener esta palabra: ¿es la tierra

“hogar” para Perséfone? Está ella en casa, posiblemente,

en la cama del dios? ¿En casa ella no está

en ninguna parte? ¿Ha nacido

errante, en otras palabras

una réplica existencial

de su propia madre, menos 

paralizada por las ideas de causalidad?

No se te permite gustar 

de nadie, tú sabes. Los personajes

no son personas.

Ellos son aspectos de un dilema o conflicto.

Tres partes: tal como está dividida el alma,

ego, superego, y ello. De la misma manera

los tres niveles del mundo conocido,

un tipo de diagrama que separa

el cielo de la tierra, del infierno.

Debes preguntarte:

¿dónde está nevando?

Blanco es olvido,

de profanación-

Está nevando sobre la tierra; el viento frío dice

Perséfone está teniendo sexo en el infierno.

A diferencia del resto de nosotros, ella no sabe

qué es el invierno, solo que 

ella es quien lo causa.

Ella está acostada en la cama de Hades.

¿Qué hay en su mente?

¿Está asustada? ¿Ha borrado 

alguna idea de su memoria?

Ella sabe que la tierra

es dirigida por las madres, esto es 

tan cierto. Ella también sabe

que no será llamada 

una niña por más tiempo. Respecto 

a su encarcelamiento ella cree 

que ha sido prisionera desde que era una hija.

Para ella las terribles reuniones en la mina

tomaran el resto de su vida.

Cuando la pasión por la expiación

es crónica, feroz, no eliges

la manera en que vives. Tú no vives;

no se te permite morir.

Te deslizas entre la tierra y la muerte

que parecen, finalmente,

extrañamente semejantes. Los eruditos nos dicen

que no tiene sentido saber lo que quieres

cuando las fuerzas que se pelean por ti

pueden matarte.

Blanco del olvido,

blanco de seguridad-

Ellos dicen

en el alma humana hay una grieta

que no fue construida para pertenecer

enteramente a la vida. La tierra

nos exige negar esta grieta, una amenaza 

disfrazada de sugerencia–

como hemos visto 

en la historia de Perséfone

la cual debe leerse

como una discusión entre la madre y el amante–

la hija es solo carne.

Cuando la muerte la confronta, ella nunca ha visto

el prado sin las margaritas.

Repentinamente ella no está más

cantando sus canciones de doncella

sobre la belleza 

y fecundidad de su madre.  Donde

está la grieta, está el quiebre.

Canción de la tierra,

canción de la mítica visión de la vida eterna-

Mi alma

destrozada con la tensión

al tratar de pertenecer a la tierra­

¿Qué harás,

con el dios, cuando estés de vuelta en el campo?   


Traducción: Maria Teresa Ogliastri


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Persephone the Wanderer


In the first version, Persephone
is taken from her mother
and the goddess of the earth
punishes the earth—this is
consistent with what we know of human behavior,

that human beings take profound satisfaction
in doing harm, particularly
unconscious harm:

we may call this
negative creation.

Persephone's initial
sojourn in hell continues to be
pawed over by scholars who dispute
the sensations of the virgin:

did she cooperate in her rape,
or was she drugged, violated against her will,
as happens so often now to modern girls.

As is well known, the return of the beloved
does not correct
the loss of the beloved: Persephone

returns home
stained with red juice like
a character in Hawthorne—

I am not certain I will
keep this word: is earth
"home" to Persephone? Is she at home, conceivably,
in the bed of the god? Is she
at home nowhere? Is she
a born wanderer, in other words
an existential
replica of her own mother, less
hamstrung by ideas of causality?

You are allowed to like
no one, you know. The characters
are not people.
They are aspects of a dilemma or conflict.

Three parts: just as the soul is divided,
ego, superego, id. Likewise

the three levels of the known world,
a kind of diagram that separates
heaven from earth from hell.

You must ask yourself:
where is it snowing?

White of forgetfulness,
of desecration—

It is snowing on earth; the cold wind says

Persephone is having sex in hell.
Unlike the rest of us, she doesn't know
what winter is, only that
she is what causes it.

She is lying in the bed of Hades.
What is in her mind?
Is she afraid? Has something
blotted out the idea
of mind?

She does know the earth
is run by mothers, this much
is certain. She also knows
she is not what is called
a girl any longer. Regarding
incarceration, she believes

she has been a prisoner since she has been a daughter.

The terrible reunions in store for her
will take up the rest of her life.
When the passion for expiation
is chronic, fierce, you do not choose
the way you live. You do not live;
you are not allowed to die.

You drift between earth and death
which seem, finally,
strangely alike. Scholars tell us

that there is no point in knowing what you want
when the forces contending over you
could kill you.

White of forgetfulness,
white of safety—

They say
there is a rift in the human soul
which was not constructed to belong
entirely to life. Earth

asks us to deny this rift, a threat
disguised as suggestion—
as we have seen
in the tale of Persephone
which should be read

as an argument between the mother and the lover—
the daughter is just meat.

When death confronts her, she has never seen
the meadow without the daisies.
Suddenly she is no longer
singing her maidenly songs
about her mother's
beauty and fecundity. Where
the rift is, the break is.

Song of the earth,
song of the mythic vision of eternal life—

My soul
shattered with the strain
of trying to belong to earth—

What will you do,
when it is your turn in the field with the god?

"Persephone the Wanderer" from Averno by Louise Glück