Edith Södergran

Nació en San Petersburgo en 1892, en el seno de una familia acomodada de clase media alta. Murió a la temprana edad de 31 años en Raivola (entonces Finlandia, ahora parte de Rusia), después de padecer tuberculosis durante gran parte de su vida. Södergran creció en un hogar de habla sueca en San Petersburgo y Karelia (una provincia histórica en Finlandia), pero su formación le permitió seguir una educación internacional, donde aprendió en finlandés, ruso, francés y alemán. De hecho, Södergran nunca fue educada en sueco, sino que simplemente hablaba el idioma en casa. Su Poesia pasó casi desapercibida pero ahora es reconocida como la figura esencial del Modernismo escandinavo. Escribió sus primeros poemas, unos 200 de ellos, en alemán.Sentía una gran admiración por Nietzsche. En 1916 publica su primer libro: Poemas. Lira de Septiembre en 1918. El Altar de Las Rosas en 1919. La sombra del futuro en 1920. En 1925, La tierra que no es, póstumamente. Su poesía es constantemente redescubierta y amada por las nuevas generaciones, son leídos, admirados y emulados en toda Escandinavia, Alemania, el Reino Unido y gran parte de Europa del Este, y mas recientemente en todo el mundo.

La luna

Qué maravilloso es todo lo muerto
y qué indescriptible:
una hoja muerta y un hombre muerto
y el disco de la luna.
Y todas las flores saben un secreto
y el bosque lo guarda,
y es que la órbita de la luna en torno a la tierra
es la ruta de la muerte.
Y la luna teje su maravillosa tela,
la que aman las flores,
y la luna teje su fantástica red
en torno a todo lo viviente.
Y la hoz de la luna siega flores
en las noches de finales de otoño,
y todas las flores esperan el beso de la luna
con infinito anhelo.

Dos poemas acuáticos

I
Mi vida era tan desnuda
como las grises peñas,
mi vida era tan fría
como las blancas alturas,
pero mi juventud se sentaba con ardientes mejillas
y se regocijaba: ¡ya llega el sol!
Y el sol llegaba y yo desnuda me tendía
todo el largo día sobre las grises peñas –
y entonces una fría brisa del rojo mar llegaba.

II
Entre las piedras grises
yace tu blanco cuerpo que se lamenta
de los días que vienen y se van.
Las leyendas que de niña escuchaste
sollozan en tu corazón.
Silencio sin eco,
soledad sin espejo,
el aire se torna azul por todas las fisuras.

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

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No soy mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una osada decisión,
soy un rayo risueño de un sol escarlata…
Soy una red para todos los peces golosos,
soy un brindis en honor a todas las mujeres.
soy un paso hacia el azar y la ruina,
soy un salto en la libertad y en el yo…
Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,
soy un escalofrío del alma, el ansia y la negación de la carne,
soy el anuncio de nuevos paraísos.
Soy una llama inquisitiva e intrépida,
soy agua, honda mas audaz hasta las rodillas,
soy fuego y agua sinceramente unidos por libre decisión.

Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

TRIUNFO DE EXISTIR… / TIUMF ATT FINNAS TILL…

¿Qué temo? Soy una parte del infinito
Soy una parte de la gran fuerza del todo,
un mundo solitario entre millones de mundos,
semejante a una estrella de primer grado que se apaga de último.
Triunfo de vivir, triunfo de respirar, triunfo de existir…
Triunfo de sentir el tiempo helado corriendo en las venas
y escuchar el silencioso río de la noche
y estar en la montaña bajo el sol.
Voy en el sol, me paro en el sol,
No conozco nada más que sol.

Tiempo – transformador, tiempo -destructor, tiempo – prestidigitador,
¿Vienes con nuevas ardides, mil astucias para ofrecerme una
    existencia
como una pequeña semilla, como una serpiente enroscada, como una roca en medio del mar?
Tiempo – asesino – ¡repliégate!
El sol vuelve a llenar mi pecho hasta el borde con miel exquisita
y el tiempo dice: una vez las estrellas se apagan, pero brillan siempre sin espanto.

Monumento al Gato de la poeta Edith Södergran