(Caracas, 1969). Poeta, narrador, editor y crítico de arte y literatura. Entre sus colaboraciones para revistas y suplementos literarios, impresos y digitales, destacan su columna “La Paciencia” en el Papel Literario del diario El Nacional y sus artículos para Inspirulina, así como para Puntal, revista de la que además fue parte del equipo editorial. También ha colaborado en El Estímulo, fue columnista de la revista Sala de Espera y director/editor de la revista digital La Casa Azulada. Ha publicado los poemarios Grado superlativo (Cincuenta de Cincuenta, 2004) y Fragmentos naranja (Oscar Todtmann Editores, 2015). También publicó, en narrativa, Diarios de rehab (Oscar Todtmann Editores, 2017) y Ultra-marina (Oscar Todtmann Editores, 2020) en prosa poética.
No sé cómo se vive en países, porque hasta ahora solamente he vivido en mundos; en espacios transversales. Verá usted, he estado en lugares articulados, en momentos azules: percibo tu cara a través de un sinfín de cristales. Verá usted, he recorrido veredas estrechas. He habitado lugares de los que no se pueden asegurar realmente muchas cosas. Vamos al rojo y plata de los eternos toboganes. Te podría encontrar en cualquiera de los jardines que de pronto son el divertimento de los ratos de soledad. En las tardes doy al traste con tus tiranas elucubraciones y vivo en mis mundos, me entrego como dócil pasajero y descubro lugares que no son de aquí. De este modo, y con ingravidez etérea, me encuentro contigo. Las tardes especulan penas, un riachuelo se estrecha por un momento. Su voz se hace alada y su presencia angelical. Verá usted, las caras pasean y caen disidentes. Verá usted que los árboles forman hileras, la mirada se vuelve un cántaro donde el agua se arremolina cuando los soles enrojecidos caen como una película que aparece sobre el mar. Y el naranja es variante, como los goterones azules, como la cera encendida que de día dormita y en las noches sueña. Y los lentes lo tapan todo cuando no descansa y es de día.